jueves, 18 de agosto de 2011

LA OFENSIVA DEL FMLN EN 1989.

El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) es un partido político de izquierda, que fue la principal fuerza politica de oposicion de El Salvador, entre 1992 y 2009. Tras alcanzar la victoria en las elecciones presidenciales de 15 de marzo de 2009, su candidato Mauricio Funes asumió la Presidencia de la República el 1 de junio de 2009.
Luego de las elecciones legislativas y municipales del 18 de enero de 2009, el FMLN se proclamó la primera fuerza política del país tras obtener 35 diputados de los 84 que conforman la Asamblea Legislativa.
El FMLN fue creado el 10 de octubre de 1980 como un organismo de coordinación de las cinco organizaciones político-militares que participaron en la guerra civil entre 1980 y 1992, las cuáles se constituyeron en partido político legal a partir de la firma de los Acuerdos de Paz en 1992.
Desde las elecciones generales de 1994, las primeras posteriores al enfrentamiento bélico, el escenario político salvadoreño se ha estructurado en torno a dos fuerzas políticas principales: El izquierdista FMLN, surgido de las fuerzas guerrilleras, y la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), surgida en 1981.

La Ofensiva hasta el tope:
 también conocida como Ofensiva fuera los fascistas. Febe Elizabeth vive fue el ataque de mayor envergadura realizado por la entonces guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional desde el 11 de noviembre de 1989 hasta los primeros días del mes de diciembre de ese año, en el marco de la Guerra Civil Salvadoreña.

                               

Acontecimientos previos:
En el año de 1989 sucedieron diversos hechos de trascendencia en el desarrollo de la guerra civil que asolaba a este país. Justo en los primeros meses ocurrieron una serie de atentados sobre organizaciones sindicales; para el caso, el día 15 de febrero una explosión dañó el local de la Unión de Trabajadores Salvadoreños. De este atentado se responsabilizó la agrupación autedominada "Maximiliano Hernández Martínez"; asimismo, el día veintidós, otro bombazo tuvo lugar en la sede de la Federación Nacional Sindical de Trabajadores (FENASTRAS). Sin embargo, aparte de estos hechos de violencia, una serie de propuestas para realizar un diálogo se dieron a conocer por parte de la guerrilla hacia el gobierno, siendo la más relevante el planteamiento de retrasar las elecciones presidenciales a realizarse en el mes de marzo. La proposición fue ignorada, pues los comicios se realizaron el día diecinueve de ese mes resultando ganador Alfredo Félix Cristiani Burkard del partido Alianza Republicana Nacionalista.
Empero, la guerrilla, durante los meses siguientes e inclusive antes de las elecciones, realizó una serie de ataques sobre personalidades relacionadas a la derecha salvadoreña: Francisco Peccorini, miembro del comité pro rescate de la Universidad de El Salvador, fue asesinado el 15 de marzo; Francisco Merino, recién nombrado vice presidente de la república, sufrió un atentado en su propia residencia el día 14 de abril; también el Fiscal General Roberto García Alvarado falleció el diecinueve de ese mismo mes debido a la explosión de una bomba colocada en su vehículo; José Antonio Rodríguez Porth, reconocido empresario y ministro de la Presidencia en ese tiempo, falleció asesinado el 13 de junio; y el día treinta, el ideólogo Edgar Chacón. Los extremistas de derecha también realizaron actos vandálicos en el mes de septiembre contra la imprenta de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas.
Por otro lado, en medio de las acciones bélicas que asolaban el territorio centroamericano, fue realizada una cumbre de presidentes en la ciudad de Tela, Honduras, donde se reafirmó, para el FMLN, la asistencia en la desmovilización, la recomendación del cese de hostilidades y su incorporación a la vida institucional, todo enmarcado de acuerdo al documento de Esquipulas II. Mientras, en El Salvador, las partes en conflicto nombraron comisiones de diálogo e iniciaron pláticas el 13 de septiembre en México. Producto de este encuentro fue el "Acuerdo de México" que era un primer compromiso firmado de manera formal para llegar a un final negociado. Las pláticas continuaron el 16 de octubre en Costa Rica y nuevas rondas de diálogo se programaron para el mes de noviembre en Caracas. No obstante, los atentados mutuos continuaban, entre ellos una explosión que dejó daños de consideración en la vivienda del líder socialista Rubén Zamora el 26 de octubre, y, cuatro días después, el Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada de El Salvador fue atacado con bombas lanzadas por catapultas. El día treinta y uno, nuevamente FENASTRAS era objeto de atentado dinamitero que dejó un saldo de veintisiete sindicalistas heridos y diez muertos, entre ellos la dirigente Febe Velásquez. Por este hecho de sangre, el día 2 de noviembre el FMLN anunciaba el retiro del diálogo.


Ofensiva:
En un inicio la guerrilla se parapetó en las residencias de las zonas urbanas alrededor de la capital, mientras contrarrestaban el bombardeo aéreo de las tropas gubernamentales lo que resultó en el éxodo de sus pobladores y la destrucción de muchas viviendas. De acuerdo a José Luis Merino, entonces comandante insurgente, fue en los primeros tres días que los guerrilleros sufrieron la mayor cantidad de bajas. Asimismo, según sus palabras, en la población de ciudad Delgado tuvieron nuevas incorporaciones de civiles que fue disminuyendo a medida que los militares arribaban a la zona e impedían la salida de la población.
El Gobierno decretó Estado de sitio y toque de queda el día siguiente de la ofensiva, lo que implicaba la censura a los medios de comunicación, incluyendo televisión pagada por satélite. En total el Ejército movilizó 5.100 efectivos reservistas. Los insurgentes, por su parte, hacían labor de propaganda a través de radio Venceremos. Un estimado de 80 mil personas fueron evacuadas de las zonas en conflicto. De acuerdo al militar Juan Orlando Zepeda, durante la primera noche de la ofensiva fueron atacadas las residencias del propio presidente Cristiani, el vice presidente Francisco Merino, y del presidente de la Asamblea Legislativa Roberto Angulo, así como residencias de ministros y otros funcionarios de gobierno. Mientras los combates tenían lugar en los centros urbanos, el día dieciséis una unidad militar del Batallón Atlacatl irrumpió en las instalaciones de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas y ejecutó a seis sacerdotes jesuitas y dos empleadas en horas de la madrugada.

Objetivos de la ofensiva:
La comandancia del FMLN intentaba realizar una campaña de gran envergadura previo a un diálogo con el gobierno. La situación internacional obligaba a esta decisión por la caída de los bloques socialistas en Europa, la incertidumbre del resultado de las elecciones en Nicaragua donde el Frente Sandinista de Liberación Nacional corría riesgo de perder el poder, y el arribo de Cristiani a la presidencia de El Salvador. Según Joaquín Villalobos:

El principio que planteamos fue penetrar la ciudad y fortificarnos en las zonas populares. Así, cuando el Ejército intentara sacarnos no iba a poder. Pasarían los días y pronto íbamos a estar en CNN y otros espacios de prensa internacional. Todo eso iba a provocar un impacto, de tal forma que se tradujera en una intervención de los cascos azules de la ONU y entonces se iba a generar una verdadera negociación con la intervención de la ONU.
De acuerdo a Facundo Guardado, la ofensiva se venía gestando desde 1985, aunque su planificación fue a inicios de 1989; de hecho, el atentado contra FENASTRAS era para desbaratar la acción. Según sus palabras, el objetivo era colapsar el ejército y tomar el poder. Asimismo, esperaban un alzamiento popular, el cual no dio resultado. Por otro lado, el monto del operativo rondaba al menos en 2 millones de dólares provenientes de diversas fuentes entre ellas la solidaridad internacional y secuestros a empresarios.

                

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